¿Qué está sucediendo en la escuela?
Desde siempre ha existido el acoso especialmente en las escuelas; hasta el siglo pasado se había considerado este tema como algo “normal” dentro del ámbito escolar y por lo tanto sin mayores consecuencias. Era típico oír a algún maestro despistado decir que el niño(a) victimizado(a) tenía que aprender a defenderse por sí mismo(a).
La mayoría de los adultos: padres y maestros simplemente hacían la vista gorda del problema.
Sin embargo, desde hace sólo unos pocos años, el acoso escolar se ha convertido en un tema de dimensiones preocupantes debido al incremento de suicidios entre las víctimas, dando lugar al inicio de variados estudios psicosociales con el fin de establecer un perfil psicológico que ayude a detectar las características tanto del agresor como de la víctima.
Un resumen interesante se expone en las siguientes líneas, a fin de contribuir con la identificación del victimario y de la víctima, considerando sus determinantes como rasgos de personalidad, medio familiar y social donde cada uno se desenvuelve.
El Perfil del Agresor
Estos jóvenes suelen tener pobre control de impulsos, mostrando una mezcla de desprecio y autosuficiencia ante los más débiles y posibles víctimas; se exacerban ante una situación que pueda generar violencia y focalizan su agresividad entre sus compañeros de escuela, sus profesores y familiares.
Los rasgos más distintivos de personalidad de los agresores pueden ser:
- Falta de empatía, no tienen conciencia de que están provocando sufrimiento a otro.
- Pobre control de impulsos, es decir, da rienda suelta a sus impulsos de agresión tanto física como verbal.
- Usa el “victimismo” para justificar su actitud, enfatizando en el hecho de que son los demás quienes le agreden y por eso debe defenderse.
- Se muestra jactancioso y autosuficiente ante sus compañeros, porque quiere ser admirado, reconocido como fuerte.
- Carece de sentimientos de culpa
- Es irreflexivo
- Es hiperactivo
- Incapaz de aceptar las normas
- Carente de habilidades sociales
- No tiene disposición para colaborar en la resolución de conflictos
- Por lo general suelen ser niños o niñas con mayor fuerza física que aquellos a quienes agreden.
Medio Familiar
Conviven con familiares muy permisivos, donde fracasa la relación social, no establecen fuertes lazos afectivos, no se establecen normas claras y suelen mostrar actitudes desafiantes frente a los padres o figuras de autoridad. En el otro extremo, pueden ser víctimas de algún tipo de maltrato por parte de hermanos mayores o sus propios padres.
Medio Social
No suelen integrarse dentro del ambiente escolar debido a su alto nivel de agresividad que demuestran claramente. No logran obtener un buen rendimiento académico. Tampoco asumen las consecuencias de sus actos y suelen establecerse como líderes de grupo por su forma de discutir e intimidar a los demás.
El Perfil de la Víctima
Se trata de niños inseguros y con baja autoestima, suelen tener una apariencia más débil e insegura, por lo tanto, desarrollan un mayor grado de ansiedad que el resto de sus compañeros.
- Suelen mostrar excesiva preocupación, con momentos de angustia e intranquilidad
- Pueden desarrollar cuadros depresivos
- Mantienen una actitud de sumisión en situaciones que no pueden controlar
- Son introvertidos y tímidos, alejándose de los grupos
- Tiene pocos amigos, se aíslan
- Los rasgos físicos son detonantes para convertirse en víctimas de acoso, tales como, ser más pequeños que los demás, tener menor fuerza física, problemas de obesidad, usar gafas, tener alguna cicatriz o rasgo físico distintivo.
Medio Familiar
Son niños sobreprotegidos por sus padres, con lo cual se les coarta la independencia personal y la capacidad para aprender a defenderse y desenvolverse por sí mismos.
Aunque por otro lado, también pueden ser niños relegados, es decir que los padres no les prestan la debida atención y no hablan con ellos acerca de lo que sienten o lo que están viviendo en la escuela.
Medio Social
- Tienen pocos amigos o incluso suelen aislarse de los demás, con lo cual no logran desarrollar suficientes habilidades sociales.
- No suelen ser populares entre sus compañeros por lo tanto tienden a pasar desapercibidos. Otros rasgos suelen ser:
- No participan en actividades extraescolares o grupales porque se sienten vulnerables
- Evitan ir a clases, alegando pretextos para no hacerlo
- Lloran con frecuencia, se aíslan, se muestran tristes, aunque pueden presentar algunos cambios de ánimo, como mostrarse irritables, aunque esto suele ser poco frecuente.
Cabe destacar que las características de los perfiles de agresor y víctima que se han definido a través de estudios realizados en diferentes comunidades escolares son muy generales. Existen muchos otros factores de riesgo que pueden conducir a una situación de acoso escolar.
También debemos mencionar que el acoso escolar en niñas existe igualmente y suele ser incluso más violento que en los niños, debido a que las niñas por lo general suelen ser más competitivas y menos dispuestas a la conciliación, aunque no tal vez no haya agresividad física, si existe una mayor agresión verbal, como burlas, insultos, uso de apodos, aislar a la víctima del grupo sin permitirle participar en las actividades escolares.
Por todo lo expuesto, es importante tener en cuenta estos detalles cuando se trata de identificar una posible víctima de bullying y cortar de raíz el problema antes que este se agrande y traiga consecuencias desastrosas en las vidas de los jóvenes.